martes, 6 de noviembre de 2012

Ven, o vete ya.

Al fin una tarde de placer, de no hacer nada.

Por fin puedo darme todos los caprichos: bajar las luces, buscar algo rápido para comer, colocar los cojines y decirle al perro que no me moleste. Poner la estufa, encender la música, cojer un libro...

empiezo a leer... al poco me doy cuenta de que no me concentro.

Cierro el libro y decido hacer algo más relajado: poner la tele. Cada comentario, cada noticia me exaspera, así que decido quitarla. Enciendo el ordenador, pero me aburre. No hay nada nuevo.

Me pregunto cómo puede sufrirse tanto con tantas necesidades cubiertas. ¿Qué es lo que me falta? ¿Tú otra vez?

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