sábado, 19 de noviembre de 2011

No más tapias.


Una risa. Un muro.
Una herida. Un muro.
Una caricia. Un muro.
Una necesidad. Un muro.
Un sacrificio. Un muro.
Un consejo. Un muro.
Un deseo. Un muro.
Una mano. Un muro.
Un mordisco. Un muro.
Una responsabilidad. Un muro.
Un vacío. Un muro.
Un recuerdo. Un muro.

No hay quien se encuentre en este laberinto
de muros que he formado,

pero pronto hallaré la salida.



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