jueves, 22 de abril de 2010

La rebelión de las cabras.


Somos cabras.

Creemos que somos libres por andar por las montañas, tranquilamente, cagando sobre las piedras que más nos gustan, chocando nuestros cuernos y dando de mamar a nuestros chotillos, y no reparamos en los pastores ni en sus perros, que nos dirigen.

A ver si algún día cogemos las riendas y nos deshacemos de nuestro condicionamiento. Ese día en el que vayamos al monte, y vivamos en una rutina más tranquila, más (mucho más) aislada, sentiremos la libertad en nuestros corazones, aunque aparentemente sea un retroceso evolutivo.

Aún así tengo mis dudas, ¿es posible que nuestro condicionamiento provenga simplemente de nosotros mismos? ¿qué no seamos capaces de sacarnos de esa carcel gelatinosa?

¿Es que somos más tontos que las cabras?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Venía yo pensando que "hacer el cabra" o "ser una cabra loca" ya no va a ser algo tan malo... ;)

Kaila

José L. dijo...

¡Vaya escrito y foto guapos!

Es una un texto que une de alguna forma un mundo feliz con nosotros y las cabras de una forma maravillosa!

Me encanta que actualices así de bien! :)

Bahú bamba Lelë dijo...

De dónde te has sacao las cabras! vaya fotaca!

ale dijo...

Creo que en algun sentido nos refugiamos en la idea de falta de libertad para pensar que no somos responsables de las cosas feas que nos atormentan de este mundo.

Creo mucho más en la ignorancia que en la falta de libertad, creo que el mundo nos condiciona, pero creo que esta falsa idea de techo bajo y grilletes, es sin duda una formula torpe para no intentar volar aunque caigamos heridos cerro abajo.

Ser libre es una decisión libre que debemos tomar.

Un besico cabra loca.