Nueve perros y un dueño corren delante de una pelota voladora. Mientras tanto las olas les llaman con la alegría del que espera un cariño nuevo.
Sin embargo, lo que reciben son dolorosos pisotones de las treinta y seis patas/piernas doradas. Y terminan sientiendose ignoradas, todo el agua del mar les pesa en la barriga.
Sólo ésta cámara percibe ese ambíguo sentimiento, contradictorio.
Y lo capta.
3 comentarios:
muy chula la foto!!
con cambio de texto incluido(hummm)
:)
jO! que buena eres...
Es casi un trineo de perros :D
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