
Había bandera roja en aquel día de playa.
De todas formas, y ya que había llegado hasta allí, aquel cangrejo ermitaño decidió salir en busca de algo de cotidianeidad, quiso compartir y comentar cada uno de los gestos diarios de aquellos que le rodeaban.
Gracias a aquella sonrisa, terminó encontrando un gran muro infranqueable de calamares fritos, su plato preferido. No sabía bien qué hacer, pero pensó que lo más sensato era empezar a comer poquito a poco desde la parte superior.
Al cabo de un tiempo terminó con ellos, y al salir de aquella encrucijada y recapacitar, descubrió que había estado inmerso en una enorme espiral, un camino que giraba y giraba despacio,
pasando siempre por el mismo punto, el mismo problema, sólo que cada vez se veía desde una perspectiva diferente.
Se encontró entonces inmerso en un bucle paranoideal, del que no sabría salir sin la ayuda de la fuerza potencial que había ido acumulando, porque ya sabía él, que lo importante de las espirales es que la altura, y por tanto, la fuerza potencial va aumentando con cada paso.
Así que, sujetando bien fuerte las pinzas, para que no le desequilibraran, utilizó todas sus patas para dar un enorme salto, que le sacó de aquella espiral y le llevó hasta una casa en la que una enorme familia celebraba una fiesta de disfraces. Le acojieron con cariño y el se encontró a gusto y feliz como nunca.
3 comentarios:
mmmm? bucle?, cangrejos?, espirales,...??¿?
Guapita ya mismo te llamo que me están preparando el pan pal Keko.
ermitaños? mmm... qué querrá decir?
Total yo me hago el tonto.
No termino de cuajar el ultimo disco de los Ermitaño Brothers, tendré que escucharlo más veces :D
Qué guapa la foto de la bandera, no parece que sea la auntentica bandera roja ondeando al viento!
;)
Oooooyes, que me gusta a mí tu bici con cesta (la veo bastante útil, señorita), tus escritos, tus cosas, tu todo. ¿Cuándo nos vemos? :D
Dale un premio a Javi que se curra los comentarios un montón! xD
Besicos preshiosha
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