Por la calle del pensamiento soplan los aires revueltos de su no-conciencia. A pesar de los grilletes que le sujetan bien al suelo, se deja llevar como las flores de la mimosa, meciéndose, revoloteando y encontrando lugares difíciles de compartir contigo.
Porque hay sitios dónde sólo cabe uno mismo y sus propios colores.
Quizás en otro momento...
2 comentarios:
Qué bonito lo de quizás en otro momento...hay momentos para todo o casi todo, te lo dice una que está obsesionada con el uso digno del tiempo.
¡Seguimos compartiendo!
Kaila
Ahí estamos, compañera, compartiendo ;)
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