
Los hay de plástico.. los hay de hierro.. también los hay de madera. Pero nunca conocimos uno igual.
Lo vímos allí.. medio abandonado, esperando sentir en el lomo el peso de un niño. Niño que nosotros nos imaginamos con facilidad: moreno, bajito, sonriente e inquieto. Sucio tal vez, como a mi me gustan.
3 comentarios:
Hola amiga,
te escribo para ponerte el enlace al blog que te comenté el otro día sobre fotografía. http://dinilu.wordpress.com/
Espero que encuentres allí cosas de tu interés.
Un besote. XIAO
Que chulo!!!
Es una de esas cosas que ves de pequeño y corres a toda potencia hasta tus amigos y dices: ¡venid, venid corriendo, mirad lo que me he encontrado!.. y todos: ¡alaaaa...!. Y después te tiras toda la tarde jugando y hasta te despides cuando te vas x si al día siguiente ya no está.
bueno... ahora haría algo parecido, a que vosotros lo hicisteis? jejeje
¿¿Soy a la única que le traumatizaron en gimnasia con este aparato??
:S
Besos fleur!!
Publicar un comentario